lunes, 26 de agosto de 2013

Boadilla del Monte

Durante el caluroso agosto hemos hecho un viaje relámpago a Boadilla del Monte, localidad próxima a Madrid, residencial y financiera, para asistir a la boda de Andrés, hijo de un amigo de la familia. Las altas temperaturas casi acaban con nosotros, nos ayudó a superarlo la generosidad de los anfitriones y unos magníficos edificios históricos, el complejo de un antiguo convento del siglo XVII reconvertido en acogedor hotel.
En el viaje de ida paramos a dormir en el Parador de Manzanares, un pequeño oasis en medio de la Mancha.



Palacio del Infante Don Luis


Antiguo Convento de la Encarnación. 1674


Parador de Turismo de Manzanares.